El otoño ha comenzado hace un mes y sus bruscos fenómenos meteorológicos ya nos han afectado. Los cambios de temperatura consecuentes de esas mañanas tan frías, en las que echamos de menos los abrigos de invierno, mezcladas con tardes donde el sol calienta tanto como en el verano que tristemente hemos dejado atrás. Por este motivo, personalmente, el otoño es la estación de la nostalgia.
Hace un año estaba en Dublín, Irlanda, donde, debido a la planicidad del país, las expectativas son de fuertes vientos y lluvias incesantes durante los meses de octubre, noviembre y diciembre. He de decir que fui afortunada dado que la realidad fue totalmente distinta, y, por tanto, pude gozar del sol, aunque sin deshacerme de las bajas temperaturas. Aquí os dejo algunas imágenes que lo demuestran.
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Vías del DART, Bayside |
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Atardecer en el río Liffey, O'Connell Bridge |
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Muir Éireann, Howth Cliff Walk |
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Atardecer después de clase, Baldoyle |
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