La quinta ciudad de este tour que estoy describiendo es Florencia. Se encuentra en el noroeste del país, siendo la capital de la región de la Toscana. Hoy en día es un importantísimo centro histórico, artístico, administrativo y económico de Italia, pero ya en la Edad Media fuera un gran centro cultural, económico y financiero -donde residían los Médici, importante familia de mecenas-. Es por ello que, en la segunda mitad del siglo XIV, fue el núcleo urbano en el que se originó el movimiento artístico denominado Renacimiento, y se la considera una de las cunas mundiales del arte y de la arquitectura.
Comenzando la visita, en la Piazza Santa Croce se encuentra la iglesia franciscana más grande del mundo que lleva el mismo nombre. Además, en ella descansan los restos de personajes conocidos como Galileo Galilei y Miguel Ángel. En dicha plaza también hay una estatua del autor de la Divina comedia, Dante Alighieri.
Sin embargo, no se puede uno olvidar de la cuarta iglesia más grande del mundo, la mismísima Santa María del Fiore. Esta obra maestra del gótico destaca por su inmensa cúpula, construida por Brunelleschi casi un siglo después de la finalización de la catedral. Con 114 metros de altura y 45 de diámetro fue el mayor reto en la vida del arquitecto florentino. Su decoración interior representa el Juicio Final. Aparte de la catedral, en la Piazza del Duomo -como también se le llama a la catedral- destacan el campanario de Giotto, una torre que posee un revestimiento de mármol blanco, verde y rojo similar al de la catedral, y el baptisterio de San Juan, el edificio más antiguo de la plaza dedicado al patrón de la ciudad -San Juan Bautista- con forma octogonal y sus maravillosas Puertas del Paraíso (10 paneles de bronce con relieves que representan escenas del Antiguo Testamento).
Por otro lado, para aquellos que crean en las tradiciones populares, en el Mercato Nuovo (localizado en la Via Porta Rossa) hay un famoso jabalí de bronce que al frotarlo se nos garantiza que tendremos fortuna o que volveremos a la ciudad. Se trata de la Fontana del Porcellino.
El río que discurre por Florencia es el Arno. Sobre él hay numerosos puentes. Entre ellos, uno de los más pintorescos es el Ponte Vecchio. También denominado "Puente Viejo", es el puente de piedra más antiguo de Europa. En los siglos XV y XVI sus casas colgantes estuvieron ocupadas por carniceros y matarifes pero, cuando la corte se mudó al Palacio Pitti, Fernando I ordenó cerrar las tiendas por el mar olor. Desde entonces han sido ocupadas por joyeros y orfebres. Al mismo tiempo se construyó el Corredor Vasariano, que une el Palazzo Vecchio (situado en la Piazza della Signoria) con el Palazzo Pitti por la parte este del puente -desde donde se puede observar el Ponte Santa Trìnita-.
Asimismo, la Piazza della Repubblica está situada en el centro histórico de Florencia, de forma rectangular. Es el resultado más conocido de la época del Risanamento, cuando el urbanismo de la ciudad fue redefinido por el cambio de capital de Roma a Florencia de 1865 a 1871.
Para obtener unas fantásticas vistas de la ciudad entera, visitar la Basílica de San Miniato al Monte es una buena idea. Se encuentra en uno de los lugares más altos de la ciudad y es uno de los mejores ejemplos del románico en la Toscana.
Por último, es un pecado irse de Florencia sin ver la Galleria dell'Accademia. La exposición fue abierta en 1784 para ofrecer a los alumnos de bellas artes material de estudio. Si por algo es famosa es por tener en su interior la obra maestra de Miguel Ángel: el David, una escultura de mármol blanco de 5,17 metros de altura que representa a David antes de enfrentarse con Goliat. Fue realizado entre 1501 y 1504 en los talleres de la Opera del Duomo y, al ser finalizado, fue trasladado a las puertas del Ponte Vecchio en la Piazza della Signoria. En 1873 fue trasladado a la Academia para ser protegido de los fenómenos meteorológicos.
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